Siento esa rabia que corre como fuego, rebotando en cada uno de mis órganos y teniendo su casa en mi garganta. Siento esa enfermedad que galopa en mis ojos, presiona mis dientes y se apodera de mi boca. Tengo sueños de lluvias negras, de rasguños, de golpes, de brasas sobre mi cuerpo. Tengo desesperación de calles sin salida, de manicomios, de encierros, de temblores corporales. Tengo necesidad de un grito de mi sangre, de desintegrarme para extirparme, de injusticias y venganzas. Tengo manos sin rostros en los dedos, manos olvidadas, manos lejanas, cuerpos inertes, aguas cayendo sobre mis pies.
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